Creemos que votamos a partidos conservadores o a partidos de izquierdas porque seguimos nuestros principios. Pero no está tan claro que valores y creencias lleven a cabo solos nuestra decisión.
Estudios científicos como los de la Universidad Tecnológica de Texas (Estados Unidos) han demostrado que la genética del candidato en cuestión tiene mucha influencia en los electores a la hora de votar por un partido político concreto. Según el estudio, los candidatos físicamente más corplentos sobreviven mejor a unas elecciones
Además, otra investigación de científicos del University College deondres (UCL) han logrado establecer una relación entre la materia gris del cerebro y la ideología política.
A partir de resonancias magnéticas, se ha visto que las personas que votan a partidos conservadores tiene un mayor grosor en en los tejidos de la amígdala cerebral, que es la zona que procesa las emociones.
Por el otro lado, los que se inclinan más por partidos “de izquierdas” o liberal suelen tener más desarollada un área del cerebro asociada a la anticipación y a la iniciativa para tomar decisiones.